jueves, 31 de julio de 2008

Mas sobre The Piper At The Gates Of Dawn




Las sesiones de grabacion de The Piper... empezaron en marzo de 1967 en los estudios Sound Techniques situados en Abbey Road con la supervision de Norman Smith (que fue enviado por EMI). Tras intentar, según palabras de Norman, ''convertirse en un músico de jazz famoso'' Norman había solicitado un trabajo en la EMI después de ver un anuncio en The Times en el que buscaban aprendices de ingenieros de sonido. El límite de edad eran 28 años, y Norman ya tenía treinta y pico, así que se quitó seis años y, para sorpresa suya, le llamaron para una entrevista, junto con otro centenar de aspirantes. Cuando uno de los entrevistadores le preguntó qué le parecía Cliff Richards, que entonces empezaba a destacar, Norman no fue demasiado eligioso con Cliff. Lon entrevistadores estuvieron de acuerdo, algo que le sorprendió una vez más. Y contrataron a Norman como uno de los tres aprendices nuevos.


Desde entonces, le encargaron barrer suelos, ir por cigarrillos o hacer té, y a veces presionaba una tecla cuando se lo ordenaba un ingeniero. Entonces, un dia, ''vinieron estos cuatro chicos con un gracioso corte de pelo''; Los Beatles habian llegado a Abbey Road y. por pura coincidencia, a Norman le asignaron que grabara su prueba, tras la cual pensó para sus adentros, ''ésta es la última vez que los vamos a ver, chicos, porque no eran demasiado buenos, por decirlo con suavidad''. Los Beatles tenían otra idea, y Norman acabó grabando sus sesiones hasta el final del albúm Rubber Soul.








Una de las características de unos estudios tan bien equipados como los de Abbey Road era que, debido a que aún tenían que inventarse las máquinas de efectos electrónicos, el imperio poseía una vasta cantidad de instrumentos que estaban esparcidos por todos los estudios. Había pianos Bell, organos Hammond, clavicordios eléctricos, timbales, gongs, triángulos, campanas y diversos instrumentos de percusión chinos listos para ser utilizados (y que pueden escucharse a lo largo de Piper y A Saucerful of Secrets, así como. creo, en numerosos discos de los Beatles). También tenían una extensa discoteca con efectos de sonidos, así como cámaras de eco con azulejos construidas especialmente y que iban muy bien para grabar efectos de pasos.








Norman Smith dice: ''Para mí no fue nada fácil.Siempre tuve la sensación de estar andando sobre hielo todo el tiempo, y tenía que vigilar lo que le decía exactamente a Syd. Siempre se mostraba terriblemente frágil. Por ejemplo quizá había grabado una pista de voz y yo iba y le decía: ''De acuerdo, Syd, en esencia está bien pero, ¿qué talsi bla, bla, bla?''. Nunca me respondía, simplemente decía ''hmm, hmm''. Poníamos otra vez la cinta, y cantaba exactamente de la misma manera. Podríamos haber hecho cien tomas de la pista de voz y siempre habría sido igual. Había cierta tozudez en el carácter de este hombre''. Nick Mason recuerda la grabación de Piper así: ''Fue bastante bien, todo el mundo en general estaba entusiasmado y Syd parecía estar más relajado y reinaba buen ambiente''.








Algunas de las canciónes más enigmáticas del álbum eran eliminadas del repertorio de la banda cuando se enfrentaban a públicos intimidatorios en sitios como California Ballroom. Andrew King recuerda: ''Syd escribía a toda pastilla. Las canciones le salían a raudales, como ocurre a menudo; llega un momento en el que la capacidad de componer entra en erupción. Algunas personas pueden controlarlo, otras no''.








''Interstellar Overdrive'' es un ejemplo de un tema que, en vinilo (como apareció en su versión original), aparece recortado tal y como lo tocaban en los conciertos. ''Interstellar'' era un tema central de los conciertos, ya desde los tiempos de Powis Gardens. Basada en un riff de Syd, solían tocar esta pieza con diversos elementos estructurados en el mismo orden cada vez. En el álbum dura menos de diez minutos; en directo podía llegar a durar hasta veinte minutos. El truco estaba en construir estas canciones de nuevo para que funcionasen dentro de las limitaciones de lo que era entonces la duración convencional de una canción. Un problema añadido era que, de manera inevitable, en una actuación en directo había buenos y malos momentos cada vez que tocaban la canción, en especial las partes improvisadas. Una grabación, por otro lado, ha de esr capaz de poderse escuchar repetidas veces. Las dos versiones servían a medios muy diferentes.

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